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Navidad en Eurodisney

Ya se están anunciando juguetes y perfumes. Los supermercados ya exponen una buena cantidad de productos como polvorones o calendarios de Adviento y en algunas ciudades ya se ha colocado la que será la iluminación navideña –aunque este año vayan a esperar a última hora para encenderla-. Ya huele a Navidad.

Y en Eurodisney ya está todo listo para que sea tan mágica como corresponde a estas fechas, pero más aun por ser parte de la Factoría de la Magia. E incuso más, si pensamos que este año se cumplen los veinte años de existencia del parque parisino.

Navidad en Eurodisney

Las celebraciones en torno a la Navidad han empezado el 9 de Noviembre y se van a prolongar hasta el seis de Enero. Son, pues, dos meses de Navidad. Los actos son muchos y variados, pero es mejor vivirlos que leerlos, de modo que sólo te vamos a ofrecer unas pinceladas sobre algunos de ellos.

Los niños son los protagonistas

Por ejemplo, nada más entrar al parque te vas a encontrar con el ya tradicional árbol de Navidad de 24 metros de altura. Todos los días se ilumina, acto para el que se toma a un niño al azar, que se encargará de encender las luces.

Por otra parte, puedes conocer a Papá Noel en su aldea de Disneyland, donde podrás entregarle tu carta, de la que recibirás respuesta al cabo de un par de semanas… ¡Hablando de Papá Noel! Goofy se disfraza de Santa y monta los niños en su trineo para que se hagan fotos.

Cabalgatas y espectáculos

Por supuesto, tendremos cabalgata especial de Navidad, momento en el que Papá Noel se paseará por Main Street rodeado de muñecos y otros juguetes que cobrarán vida por arte de magia. Lo hará, además, varias veces al día.

“It’s a small world” también se viste de Navidad, rindiendo un homenaje a todas las celebraciones de cualquier de los rincones del mundo. Tampoco faltará “Dreams”, un maravilloso despliegue de tecnología y efectos especiales, al final de cada jornada.

Fechas señaladas

Asimismo, podremos asistir a las cenas de Nochebuena, Nochevieja y, como no, otra de las noches mágicas: la de Reyes. Todo pensado para que los ojos de los niños apenas parpadeen de pura emoción y los de los mayores los imiten, inundados de felicidad.

La Fábrica de la Magia en la época en que la magia inunda el mundo: todo el mundo debería poder disfrutarlo al menos una vez en la vida.

Eurodisney lucha contra su deuda

Desgraciadamente, no podemos hablar sólo de magia, de buenos recuerdos y de felicidad. Por más que quien visite un parque Disney lo haga en busca de ello; por mucho que, de hecho, casi todo el mundo disfrute de los parques y se lleve buenos recuerdos y un poco de magia en la maleta para su vuelta al día a día, la magia no se come ni da de comer.

Eurodisney ofrece trabajo a muchísimas personas. Miles, si sumamos empleos directos e indirectos. Y todas estas personas prestan su servicio a cambio de un sueldo que, por desgracia, no puede pagarse en monedas mágicas, puesto que aún no son de curso legal.

Eurodisney lucha contra su deuda

Eurodisney lucha contra su deuda

El hecho de abrir, aunque no hubiera ni una sola persona a cargo de los recintos (algo imposible e impensable, por otra parte) supone una serie de gastos, por ejemplo, los energéticos, que por desgracia el genio de Aladino no puede cubrir con un mero deseo.

Los gastos desbordan a los ingresos

Es más: la mera existencia del parque supone un gran desembolso para la empresa, que ocupa un espacio, un terreno que, necesariamente, ha de pagar a sus propietarios, sean estos públicos o no.

El caso es que , aunque no suene nada mágico, el país de Nunca Jamás no puede evitar que quienes manejan el dinero crezcan y deje de importarles la magia, la ilusión y, mucho peor, el sentimiento de un niño. Que Eurodisney debe pagar, como cualquier otra empresa, vaya. Y las cuentas demuestran que el parque no es ajeno a la avaricia de bancos e inversores.

Como cada 3 de Septiembre, ha concluido el ejercicio anual de Euro Disney SCA, y la empresa ha presentado sus resultados de 2012, año en el que, por cierto, se ha celebrado el 20 aniversario del resort.

Aumentan los ingresos

Los dos parques parisinos de Disney han recibido un total de 16 millones de visitas, lo que supone un 3% más que en 2011: un nuevo récord. Cabe añadir también que los visitantes se gastaron, de media, un 1% más de dinero en los parques.

Por otra parte, fueron menos los extranjeros que decidieron pasar la noche en los hoteles del resort; sin embargo, gracias a que ha aumentado el número de franceses que prefirieron hacerlo así, la facturación media de los establecimientos creció ligeramente.

Pero los gastos aumentan aun más

Con todo, por desgracia, la pérdida anual de la empresa ha crecido en un 54%, hasta alcanzar los 85,6 millones de euros. Este incremento se le atribuye al de los costes de financiación de la deuda. Y es que las cargas anuales llegaban a los 103,7 millones de euros, lo que supone un 37% más que en el año previo.

Cabe añadir que el plan de refinanciación, finalizado el 27 de Septiembre, supone principalmente créditos por valor de 1332 millones de euros que reducirán el tipo de interés medio que la empresa pagaba hasta ahora por su deuda.

Por qué gastarse algo más

Estamos de acuerdo en que alojarse dentro del resort de Eurodisney es más caro. Sin embargo, los hoteles de la franquicia siempre tienen clientela ¿Cómo es posible? ¿Por qué lo más caro, en esta ocasión, vende?

Pues… en mi opinión, visitar Eurodisney  y pernoctar fuera de complejo es como ir  Nueva York y alojarse en Nueva Jersey porque es más barato, o aspirar a conocer el Madrid antiguo, pero dormir en Majadahonda porque nos ahorraremos unos euros. Que no es lo mismo. Ni parecido.

Además, visitar los parques parisinos y no permanecer en sus instalaciones –entiéndaseme: hoteles- le resta muchísima magia a la experiencia, tanto a la hora de dormir como a la de despertarse, sobre todo si nos acompañan niños, sean pequeños o grandes.

Es lo mismo… pero no es igual

No vamos a negar que un hotel a unos pocos kilómetros de los parques te ofrecen los mismos servicios –algunos, más- que cualquiera de los que dependen o tienen un acuerdo con la casa Disney. Pero no nos equivoquemos: las ventajas los hoteles del resort son muy atractivas:

Por ejemplo, el Fastpass que nos evita todas las colas, las ofertas en las tiendas oficiales (cuyas adquisiciones, por cierto, nos llevarán al hotel si así lo requerimos) y los privilegios que adquiriremos por ser clientes de estos alojamientos están por encima del sobreprecio.

Por encima del dinero

Claro que, mucho más allá de las compras, de evitarnos colas, de descuentos y prebendas, se encuentra la magia: si nos acompañan niños pequeños o grandes, o si nosotros mismos no somos otra cosa que niños con la edad suficiente para reservar un hotel y el dinero para pagarlo, hemos de penar en La Palabra.

Es el Leitmotiv de cualquier lugar, producción o producto salido de La Factoría. La Palabra es “magia”. Alojarse en un hotel ambientado, pongamos por caso en el Viejo Oeste y que todo en él nos haga viajar allí va a incrementar exponencialmente la diversión.

Bufet libre de ilusión

Aunque he de reconocer que hay algo que me gusta por encima de todas las cosas, algo que activa mi “magiómetro” hasta ponerlo al rojo. Eso de levantarme, arrastrarme a la ducha y dejar que me caiga el agua encima (no considero que me estoy duchando si no soy consciente de la temperatura del agua) no me activa hasta que no me he metido un café y unas tostadas entre pecho y espalda.

El caso es que ver cómo Mickey Mouse me saluda mientras trato de distinguir el color y sabor de mi tostada, me alegra mucho el día y hace que pagar esos euros de más valga infinitamente la pena.

Mickey Mouse sigue ahí

Suena ahora mismo en mis cascos una balada deliciosa de un grupo alemán llamado “Helloween”. La canción se llama “Your turn” y de ella extraigo estos versos:

“See the little boy holding mama’s hand / His eyes can see the things we’ve long forgotten / The world is easy now–and somehow / He’s right / Until there is this day when Mickey Mouse must go away”.

Vale, traduzco: “Mira al niño pequeño de la mano de mamá / Sus ojos ven cosas que nosotros hace tiempo que olvidamos / El mundo es fácil ahora… y de algún modo / Tiene razón / Hasta que llegue el día en el que Mickey Mouse deba irse”.

Una letra que firmarían muchos

Es una balada deliciosa con una letra que suscribiría casi cualquier adulto a que le quede dentro algo parecido a la ilusión, por más que el mundo, con sus necesidades creadas, sus dimes y sus diretes se empeñe en ahogar.

Todos hemos sido niños, y algunos no hemos dejado de serlo de todo. Es más: el día que pierda la capacidad de ilusionarme con una tontería, de reírme con las desventuras de Donald, de repetir frases como “¿Confías en mí?… ¿¡Confías en mí!? ¡¡Pues salta!!” quien haya visto Aladdin, sabe de qué  hablo. El día que no se me escape una lágrima viendo “La bella y la bestia”. Ese día cantaré “Your turn”, pero se convertirá en la canción más triste del mundo.

Un Nunca Jamás en el mundo real

Afortunadamente, existe un lugar donde taitantas primaveras, puedo ser ese niño risueño, emocionado, alegre e ilusionado. No: no hablo de Nunca Jamás. Una cosa es que añore la infancia y otra muy distinta es que esté para que me encierren. Nunca Jamás es una tierra más o menos imaginaria.

Además, el vuelo a mi particular país de fantasía no precisa de polvo de hada: es suficiente con tomar un avión al Charles de Gaulle (el aeropuerto de París) y de ahí un tres, bus, coche, bicicleta o calzado cómodo y resistente hasta Eurodisney.

Que no se vaya nunca

Cada vez que lo visito compruebo, para mi alivio, que el niño que fui y sigo siendo sale con facilidad, que chillo y siento un vértigo mortal en las montañas rusas, me emociono y recuerdo fragmentos de películas y de sus diálogos. Dormir, comer, pasear en el parque me ayudan a comprobar que la magia sigue en mi alma y la alegría es parte de mi ser.

De vez en cuando visto Eurodisney y compruebo que Mickey Mouse sigue ahí

Recuerdos…

Hoy llueve, de modo que no tengo ganas de viajar, ni siquiera en mi imaginación, a un lugar que, por otra parte, ve cómo su magia se potencia bajo la lluvia. Hoy no tengo ganas de viajar a París. Qué le vamos a hacer. Hay días en los que un se levanta raro.

A lo que de verdad me invitan las tardes lluviosas es a viajar en el tiempo… Mi infancia suele ser la estación de destino y, como en el caso de muchas de las personas de muchas de las generaciones, mi niñez está ligada a los dibujos y las películas de Disney.

Algunas de las producciones se estrenaban incluso mucho antes de que yo naciera. Tal es el caso de Bambi, de 1942, cuando mis padres no tenían siquiera conocimiento de la existencia el uno del otro ni les importaba que así fuera.

¡Si! ¡lloré!

El caso es que esta película me produjo un tremendo trauma. Resulta que crecí creyendo que no había llorado cuando el maldito cazador acabó con la vida de la madre del cervatillo. Algo que me hizo pensar que era un cínico y un tipo sin corazón ya desde muy temprana edad.

Y resulta que, para alivio de mi atormentada alma, estaba equivocado. Cuando cayó la madre de Bambi ante mis ojos, yo contaba con cuatro años y lloré como si el disparo lo hubiera recibido yo mismo… ¡Qué alivio!

Nunca Jamás, ese paraíso

Recuerdo también cuando vi Peter Pan, la película de 1953, entonces rondaba yo lo siete años y, creo, era un sábado por la tarde, lluvioso como hoy. Faltaban días para la Navidad. El caso es que en ese primer visionado Peter no me cayó demasiado bien ¿Qué era eso de no querer crecer? Con las ganas que yo tenía ser mayor y jugar a juegos de mayores…

¡Ay, Peter! Perdona que estuviera deseando que el Capitán Garfio se aliara con Campanilla y entre los dos te traicionaran y te echaran de comer al cocodrilo… He tenido que crecer para entenderte: algunos días me habría gustado quedarme en Nunca Jamás

Un mensaje que me caló hondo

Otra de las películas indisolublemente unidas a mi infancia y que en días nostálgicos me gusta recordar, también anterior, y con mucho, a mi nacimiento, es 101 Dálmatas. Realizada en 1961, el mensaje inocentemente ecológico me caló tan hondo que, en épocas más recientes, he llegado a tomar medidas… radicales contra quien he visto que maltrataba un perro.

¿Qué medidas? Pues le he hecho “tragarse” la peli de “Anastasia”, con la que la Fox pretendía competir con las princesas de Disney. Así. “Anastasia”. Sin anestesia.

Indiana Jones et le temple du péril

A pesar de contar con un presupuesto limitado, Eurodisney necesitaba una atracción que ofreciera emociones fuertes (hablamos de cuando aún faltaban 2 o 3 años para que naciera Space Mountain). Por tal motivo, nacía Indiana Jones et le Temple du péril, una montaña rusa personalizada producida por Intamin AG, una empresa suiza.

La decoración del entorno está muy conseguida, imitando a una espesa jungla, con sus senderos y su muy espesa vegetación. En origen, había antorchas iluminando el camino, pero acabaron por sustituirse, puesto que los visitantes acababan por tropezar, debido a la falta de luz.

Montaña rusa

Estamos hablando de la primera montaña rusa de Disney con inversión. Esto es, en ciertos tramos, viajamos de espaldas al sentido de la caída. También es la más alta de entre todos los parques dela franquicia a lo largo y ancho del mundo, aunque ya no sea la más intensa.

La reforma de 2000

En 2000, ya con la posibilidad de invertir más dinero, el cuerpo de ingenieros de Disney quiso aproximar la montaña a la idea original, mucho más cara: eliminaron los cuerpos de cada tren de su chasis y la inversión de ellos; el equipo decidió trastocar por completo la dinámica de la carrera, además de sumar un par de asientos por vagón.

Para realizar estos cambios, la iluminación y los accesorios tuvieron que invertirse de modo que los visitantes no vieran las pegatinas de “Backstage” y, claro, la pista de la atracción con los cambios que se estaban operando.

El peligro, sólo en el nombre de la montaña

Como anécdota, antes de seguir hablando de Indiana Jones et le Temple du péril, diremos que los ingenieros tuvieron que tener en cuenta un detalle al invertir determinados tramos: Cuando viajamos hacia atrás, no podemos prever las curvas y caídas, de modo que no permitimos que el cuerpo se acomode a ellas, de forma que tuvieron suavizar determinadas partes para evitar lesiones entre los osados que se suben.

Esta montaña rusa, que los veteranos calificarán de “poca cosa” –alguno de ellos aún con la cara pálida, seguro- está diseñada sobre la expedición de Indiana Jones al Templo Perdido del Peligro:

Desde el campo base abandonado, serpenteamos hacia el templo, donde los aventureros suben por una escalera a la entrada del templo. Dentro de éste, se montan en las vagonetas. A partir de aquí, quien sea capaz de mantener los ojos abiertos durante todo el recorrido, que cuente su experiencia. Nosotros apenas recordamos algunas torres y pilares de un templo antiguo…

Eurodisney, quien ha estado lo sabe (III)

Algunos hemos sido afortunados y hemos tenido la ocasión de visitar el parque Disney de París. Quien no lo ha hecho debería considerarlo como una especie de Meca, a la que acercarse al menos una vez en la vida. Eso sí, debería ir tan informado como sea posible. Para ello, es muy útil visitar los abundantes foros que existen a lo largo y ancho de Internet.

Una de las ventajas de leer los foros es que se aprenden los trucos para diferentes finalidades. Y uno de los fines más habituales, con los tiempos que corren es el de ahorrarnos unos céntimos (vale: unos euros). De este modo, “Carlos 80” comentaba: “Nosotros estábamos en el hotel ese del oeste, en el que cada casa era una habitación. Las compras eran muy baratas para ser Eurodisney, nosotros es que llevábamos la cena todos los días, desayunábamos fuerte y comíamos cosas de perritos y cosas así, así que en comer no gastamos gran cosa”.

Eurodisney

Llegar pronto

Por cierto, dice Carlos: “Recomiendo, que si vais con coche que lleguéis pronto, porque si no os harán aparcar en el culo [SIC] del mundo del parking. Las famosas colas para sacar la entrada, y luego a disfrutar en el parque (…) echad mil fotos y recordad que hay atracciones que es mejor no visitar a no ser que vayáis con niños pequeños”

Por cierto, según Carmen, en este mismo foro: “si tenéis coche, otra cosa interesante, es que en el pueblo de al lado, hay un Champion, por si necesitáis víveres.” No deja de ser otra forma de ahorrar, y muy buena, por cierto.

Evitar el fin de semana es evitar aglomeraciones

Pero la manera ideal de ahorrar y, a la vez, maximizar la diversión es prever y adelantarse a los acontecimientos. Es Antonio quien comenta: “Lo que sí aconsejaría es en lo posible intentar evitar el fin de semana porque se peta y yo recuerdo haber esperado colas ese sábado y domingo de alrededor de dos horas para subir en cualquier lado, de hecho había cartelitos que te iban poniendo «desde aquí solo le queda una hora de cola»..sooloooo????????????? [SIC]”

El propio turista añade: “Y en cambio el lunes que también estuve pude montar en todo lo que quise sin esperar nada y varias veces.” Queda claro, pues que el parque se disfruta mejor entre semana y de forma más económica comiendo fuera. Los recuerdos y el merchandising, además, en la tienda del hotel donde nos alojemos.

Horas extras

Imagínate tener sólo para ti y los tuyos las atracciones más populares de los parques Disney durante un par de horas. No se trata de un sueño: es posible. Te abren el parque un par de horas antes. La iniciativa se llama Extra Magic Hours y se ponía en marcha ya en 2007.

Los madrugadores pueden entrar en el parque mucho antes que el resto y encontrárselo recién limpio y casi vacío. El no tener siquiera que hacer cola provoca la impresión, curiosa a la vez que agradable, de que tenemos el parque para nosotros solos.

Los privilegiados

Este privilegio está pensado, sobre todo, para fomentar la ocupación de los hoteles propiedad de la franquicia, de modo que si nos alojamos en alguno de los siguientes hoteles, tendremos derecho a las Extra Magic Hours sin cargo extra alguno: Disneyland Hotel, Disney’s Hotel New York, Disney’s Newport Bay Club, Disney’s Sequoia Lodge, Disney’s Hotel Cheyenne, Disney’s Hotel Santa Fe y Disney’s Davy Crockett Ranch.

También tienen derecho a estas horas mágicas los titulares de un pase anual Dream, se alojen o no en uno de los mencionados establecimientos. Es uno de los muchos derechos exclusivos adquiridos con este pase.

Por lo general, aunque la lista puede variar, las atracciones que ésta comprende son: Dumbo the Flying Elephant, Peter Pan’s Flight, Mad Hatter’s Tea Cups, Le Carrousel de Lancelot, Buzz Lightyear Laser Blast y Space Mountain: Mission 2.

Si disfrutas de las Extra Magic Hours en Walt Disney Studios Park –en fechas extraordinarias- la lista de atracciones que suelen abrirse comprende: Crush’s Coaster, alfombras voladoras sobre Agrabah, The Twilight Zone Tower of Terror y Rock ‘n’ Roll Coaster Starring Aerosmith.

Para acceder

Normalmente, las Extra Magic Hours comienzan a las ocho de la mañana y accederemos a ella a través de la Gate Park, donde buscaremos los signos “Los huéspedes de hotel de Disney”. Vamos a la puerta de la derecha, dejando atrás al resto de gente que ya a esas horas está haciendo cola. Allí, mostramos nuestra acreditación.

Una vez dentro, paseemos por donde más nos plazca hasta que nos vayan abriendo los diferentes sitios y caminos. Mostramos los pases para que los franqueen el paso a Dicoveryland o Fantasyland y, mostrando nuestro Hotel Disney Pass o nuestro pase anual de nuevo, podemos pasar a las atracciones.

Una vez que se abran los lands, podemos movernos entre uno y otro por detrás del Castillo Real, sin necesidad de volver  pasar por la acordonada Central Plaza otra vez.

Más consejos para ahorrar en tu visita a Eurodisney

Si hace un tiempo te dábamos algunos trucos para ahorrar en tu estancia y entradas a los parques de Disney en París, hoy vamos a ver cómo podemos guardarnos unos (buenos) euros en la que se refiere a nuestra aventura en un lugar caro que puede serlo un poco menos su aplicamos unas ideas muy sencillas.

Vamos a comenzar ahorrando un dinerito en comida y bebida. Lo primero en lo que hemos de pensar es que nadie nos va a decir nada porque entremos en el parque con unos bocadillos. La norma del parque es que no se entre con demasiada comida par evitar los “picnics”.  Pero  unos bocadillos o unos croissants en la mochila no son ningún exceso y nadie nos impedirá entrar con ellos y una botella de agua.

Ahorrar

Hablando de agua: cómprate una botella fuera del parque y ve rellenándola en las diferentes fuentes que te vas a ir encontrando. Las tiendas Relay de las estaciones y aeropuertos venden unas botellas de litro y medio a un precio similar a la de 500 mililitros en el parque. Cómprate una para cada dos y rellénala cuando sea necesario: tu bolsillo te lo va a agradecer.

Sopesa la idea de la media pensión

Para ahorrar en comida, una buena idea es contratar planes de media pensión, que te permites ahorrar hasta el 15% si los compras con  tiempo. Te entregarán un bono a tu llegada que puedes usar en los restaurantes seleccionados de todo el complejo, incluido, claro, tu hotel.

Un consejo que nos servirá no sólo para nuestra aventura parisina, sino para cualquier otra: algunas tarjetas te cobran comisión por operar fuera de tu país: solicita un retiro “libres” para usar la tarjeta sólo mientras estés fuera. Además, esta tarjeta te permite  imponer un límite de gasto diario. Eso sí, si te impones este límite, recuerda llevar tu tarjeta, para emergencias.

En los pequeños detalles están los grandes ahorros

Un par de apuntes más: de un lado, el momento perfecto para comprar los regalos y recuerdos es por la mañana temprano o a mitad de la tarde, cuando las tiendas están vacías y no tenemos prisa alguna por comprar y podemos pensarnos dos veces qué queremos llevarnos de vuelta. Por cierto: puedes usar el programa gratuito “Servicio de compra Disney” para comprar y recoger tus compras más tarde.

Un último consejo si vas a Eurodisney: cambia tu dinero a euros antes de iniciar el viaje. Es seguro que las tarifas serán mejores que si lo haces cuando hayas llegado a Francia. Sí, es un detalle mínimo, pero es en los pequeños detalles donde está el ahorro.

Fastpass

Uno de los grandes inconvenientes de la visita a los parques Disney son las enormes colas que hay que esperar. Es por eso que la franquicia ha creado un servicio gratuito y muy útil: el Fastpass, que reduce considerablemente el tiempo que emplearemos en guardar cola en ciertas atracciones.

Veamos cómo funciona el servicio: a la entrada de las atracciones nos vamos a encontrar con dos colas: una de ellas es la tradicional, esto es, a pie firme, armados de paciencia y en fila india. El tiempo de espera en ésta varía y se puede ver en un cartel. La otra fila se refiere al acceso Fastpass.

fastpass

Si elegimos esta segunda fila a la cabeza de ésta nos encontraremos con una máquina en la que basta con introducir la entrada para que nos expida un ticket especial Fastapass. El billete especifica la franja horaria en la que podremos pasar a la atracción.

Aprovechar el tiempo que habríamos destinado a la cola

De esta forma, y sabiendo con el tiempo con el que contamos, podemos ir a darnos una vuelta, a conocer otras atracciones, tomarnos algo –si es que estamos dispuestos a pagar un café aprecio de whisky y, según se vaya acercando la hora, volver para acceder casi sin esperas.

Eso sí hay alguna que otra norma: para empezar, no podrás tener más de un ticket Fastpass a la vez y por persona. Cuando hayas usado el que tienes, podrás reservar uno nuevo. Ten también en cuenta que los billetes Fastpass sólo son válidos si se presentan con una entrada del parque para ese mismo día. Finalmente, su distribución está sujeta a la disponibilidad del servicio y las entradas.

Fastpass especiales

Para los clientes de las suites o Castle Club de determinados hoteles del resort existe la posibilidad de acceso ilimitado a la cola del servicio por el mero hecho de alojarse en las habitaciones más caras. Así como acceso inmediato a las atracciones marcadas para el servicio en el caso de los huéspedes del Hotel Disney –salvo entre la una y las cuatro de a tarde.

Existe también un Fastpass Premium, de pago, que perite el acceso ilimitado a cualquier atracción por vía Fastpass. Éste puede adquirirse en City Hall  en Studio Services. El precio, moderado en comparación con los beneficios es de 60 euros.

Las atracciones marcadas con el servicio de Fastpass son: Space Mountain: Mission 2 (Discoveryland); Buzz Lightyear Laser Blast (Discoveryland); Star Tours, (Discoveryland); Peter Pan’s Flight (Fantasyland); Indiana Jones™ and the Temple of Peril (Adventureland); Big Thunder Mountain (Frontierland); The Twilight Zone Tower of Terror, (Production Courtyard); Rock’n’Roller Coaster starring Aerosmith (Backlot); y Flying Carpets over Agrabah (Toon Studio).