Big Thunder Mountain Railroad

El Tren de la Montaña del Gran Trueno (traducción al español del inglés original) es una montaña rusa interior/exterior dentro de un decorado que emula a una mina. Esta atracción puede disfrutarse en Magic Kingdom, Walt Disney World en el Disneyland Park de California y por supuesto, en los parques de la franquicia en París y Tokio.

La historia, aunque con variaciones según cada parque, se refiere a que hacia finales del siglo XIX se descubría oro al sudoeste de Estados Unidos, en la Gran Montaña del Trueno. De este modo, la pequeña población vecina se convirtió en una próspera ciudad minera. Pero lo que los colonos no sabían era que la montaña era un lugar sagrado para los indios y estaba maldita.

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No mucho después, una catástrofe natural destruía las minas y la ciudad, que acabaron abandonadas. Tiempo después, se encontró a la locomotora y a los vagones recorriendo la montaña por sí mismos, sin maquinista ni personal. La atracción se construía para permitir a los turistas subirse al tren fantasma.

Todo “a juego”

Ni que decir tiene que todo cuanto rodea a la atracción está acorde con la temática: desde las estaciones, diseñadas para aparentar abandono hasta el decorado montañoso, basado en unos u otros monumentos naturales estadounidenses, según se haya elegido en cada parque.

La parte de la acción es diferente a la de las demás montañas rusas: si en éstas últimas la emoción reside en la sensación de volar, en la Montaña, lo divertido está en los intrincados túneles, que aparentan inestables, a punto de derrumbarse. Además, los efectos de sonido aportan un realismo tal que es difícil no creer lo que estamos viendo.

Si visitamos esta atracción en el parque de Disneyland, podremos hacer cola para entrar rodeados de un pueblo del Oeste a escala –que también se ve desde el tren-, con su saloon, su hotel o su tienda.

Una montaña distinta

Se trata de una experiencia muy recomendable, en tanto en cuanto podemos ver y vivir el salvaje Oeste de la fiebre de oro de una forma muy diferente como nos lo cuentan las películas o los libros.

Además, supone un concepto de montaña rusa muy diferente a aquel al que estamos acostumbrados, tanto porque en la atracción se nos cuenta un historia como por la forma en la que se aporta la emoción, basada más en tal historia y en cuanto vemos en la parte “lenta” que en el vértigo de la velocidad y la sensación física de volar.