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Más consejos para ahorrar en tu visita a Eurodisney

Si hace un tiempo te dábamos algunos trucos para ahorrar en tu estancia y entradas a los parques de Disney en París, hoy vamos a ver cómo podemos guardarnos unos (buenos) euros en la que se refiere a nuestra aventura en un lugar caro que puede serlo un poco menos su aplicamos unas ideas muy sencillas.

Vamos a comenzar ahorrando un dinerito en comida y bebida. Lo primero en lo que hemos de pensar es que nadie nos va a decir nada porque entremos en el parque con unos bocadillos. La norma del parque es que no se entre con demasiada comida par evitar los “picnics”.  Pero  unos bocadillos o unos croissants en la mochila no son ningún exceso y nadie nos impedirá entrar con ellos y una botella de agua.

Ahorrar

Hablando de agua: cómprate una botella fuera del parque y ve rellenándola en las diferentes fuentes que te vas a ir encontrando. Las tiendas Relay de las estaciones y aeropuertos venden unas botellas de litro y medio a un precio similar a la de 500 mililitros en el parque. Cómprate una para cada dos y rellénala cuando sea necesario: tu bolsillo te lo va a agradecer.

Sopesa la idea de la media pensión

Para ahorrar en comida, una buena idea es contratar planes de media pensión, que te permites ahorrar hasta el 15% si los compras con  tiempo. Te entregarán un bono a tu llegada que puedes usar en los restaurantes seleccionados de todo el complejo, incluido, claro, tu hotel.

Un consejo que nos servirá no sólo para nuestra aventura parisina, sino para cualquier otra: algunas tarjetas te cobran comisión por operar fuera de tu país: solicita un retiro “libres” para usar la tarjeta sólo mientras estés fuera. Además, esta tarjeta te permite  imponer un límite de gasto diario. Eso sí, si te impones este límite, recuerda llevar tu tarjeta, para emergencias.

En los pequeños detalles están los grandes ahorros

Un par de apuntes más: de un lado, el momento perfecto para comprar los regalos y recuerdos es por la mañana temprano o a mitad de la tarde, cuando las tiendas están vacías y no tenemos prisa alguna por comprar y podemos pensarnos dos veces qué queremos llevarnos de vuelta. Por cierto: puedes usar el programa gratuito “Servicio de compra Disney” para comprar y recoger tus compras más tarde.

Un último consejo si vas a Eurodisney: cambia tu dinero a euros antes de iniciar el viaje. Es seguro que las tarifas serán mejores que si lo haces cuando hayas llegado a Francia. Sí, es un detalle mínimo, pero es en los pequeños detalles donde está el ahorro.

El vuelo de Peter Pan

El vuelo de Peter Pan es un “tren de la bruja”, pero por el aire. Aunque la parisina se inauguraba el 12 Abril de 1992, es una de las pocas, la original de parque estadounidense, que sigue en funcionamiento tras haberse abierto con él en 1995. Esto nos da una idea de hasta qué punto ha sido y es exitosa la atracción.

La historia, música, escenarios y decoración de la atracción se basan en la versión animada, la clásica, del popularísimo personaje Peter Pan. El cuento animado con el que J.M. Barrie conquistaba los corazones de niños y mayores de todo el planeta.

El vuelo de Peter Pan

Como curiosidad, diremos que la atracción original se diseñaba para que el visitante se sintiera Peter Pan y se metiera en su papel. Pero no gustó: nadie entendía por qué en un viaje dentro de un sitio con el nombre de Perter Pan no se veía a éste.

La de Eurodisney, idéntica a la versión tras la remodelación de 1983

También en la versión original (1195-1982), los buques volaban sobre escenas del Londres del XIX, hacia Nunca Jamás y la Roca Calavera, donde los hicos veían al Capitán Garfio, Mr. Smee, al Cocodrilo… El exterior de la atracción tenía diseño medieval y la cola estaba fuera.

Ya en 1983, El Vuelo de Peter Pan sufría una remodelación que la dejaba tal y como está ahora en Estados Unidos y que se ha reproducido con casi total fidelidad en Francia:

El viaje

Saliendo de la estación, pero antes de entrar en el edificio cubierto, los chicos vuelan sobre los tejados de Londres. La nueva versión del paseo incluye versiones audio-animatrónicas de los personajes. Además, se incorporan escenas como el duelo de Peter y Garfio en la punta del mascarón de proa.

Tras pasar la cola, los pasajeros se suben a bordo de un galeón en miniatura con capacidad para tres o cuatro pasajeros, colgado de una pista del techo que proporcionará la sensación de volar. El barco parte del muelle y vuela sobre Londres. Entra en la casa de Wendy, Michael y John Darlin. Una  sombra. Peter.

Fantasía

Oímos a Peter Pan decir “¡Venga todos! ¡Vamos allá!”…. Y el barco sale volando de la casa por la ventana a la noche londinense. Las luces centellean alrededor. Bajo los galeones, Londres duerme. Allá abajo, la Catedral de St. Paul el Big Ben, el Puente de la Torre, el Támesis…

Luego, “pasando la segunda estrella a la derecha y hacia el amanecer”, las embarcaciones llegan a Nunca Jamás. Allí, el pueblo indio, un volcán de cumbre brillante, el Lago de las Sirenas y la Roca Calavera. Es en este momento cuando nos topamos con algunos de los habitantes más famosos de Nunca Jamás.

La única diferencia que posee la atracción parisina radica en que el vuelo dura tres minutos en lugar de los dos y medio de la original. Bueno eso y que tiende a averiarse a menudo, si la comparamos con su gemela estadounidense.

Consejos para ahorrar hoteles y entradas en Eurodisney

De acuerdo: Disneyland París tiene fama de caro porque lo es. Pero podemos hacerlo un poco más asequible si seguimos unas cuantas pautas que no van a restar demasiado de la diversión y nos pueden ahorrar unos (muy) buenos euros. Se trata de una serie de consejos de los visitantes más habituales del parque y que demuestran que la experiencia, al fin y al cabo, es un grado.

El primer consejo, si queremos ahorrar, es de Perogrullo: comprobemos si existen ofertas especiales en el momento de la reserva. La franquicia ofrece una ingente cantidad de ofertas y descuentos a lo largo de todo el año, algunos de ellos muy tentadores.

ahorra en eurodiney

Otra buena idea es comprar las entradas por anticipado, de modo que nos ahorremos las colas y los precios, siempre algo más altos, de las puertas principales. Además, las promociones y ofertas suelen aceptar a las entradas compradas con anticipación, y más aun si son para ir fuera de la temporada de vacaciones escolares.

El pase anual, un ahorro

Si vamos a visitar el parque durante cuatro o más días o vamos a hacerlo al menos dos veces al año, es una fenomenal idea hacernos con el pasaporte anual de Disney, con los que, además de en las entradas, obtendremos descuentos espectaculares en las tiendas, restaurantes y hoteles, lo que compensará enseguida el gasto.

Por cierto: una estupenda idea si queremos ahorrarnos unos cuantos euros y no nos importa que no sea Mickey o Daisy quienes desayunen con nosotros, podemos hospedarnos fuera del resort en sí, en hoteles y otros alojamientos de la zona que no pagan por llevar el sello de Disney. Ejemplos de ello son Etap, el Campanile, Kyriad o Cité, que nos permiten una visita a Disneyland París con un presupuesto menor.

Busquemos distribuidores alternativos

Finalizamos este capítulo de ahorro en alojamiento y entradas con la idea de que consideremos la posibilidad de adquirir las entradas y los paquetes de vacaciones en diferentes distribuidores. Para ello, es interesante hacer uso de Internet.

Algunos sitios que, de manera regular, sacan muy buenas ofertas son Fnac y Carrefour. Si echamos un vistazo a sus webs en francés (gran invento el del traductor en los navegadores), podemos llevarnos sorpresas muy agradables, tanto en cuanto a los precios de las entradas como los de los pases anuales.

Visto como ahorrar en este capítulo, anunciamos que aún nos quedan unos cuanto más, como son comida, bebidas, atracciones… Al final, nos saldrá más barato que quedarnos en casa.

Hotel Vienna International Magic Circus, para todos los destinos

¿Un hotel que es, a su vez, un circo? No podía estar en un lugar que no fuera la maravillosa fábrica de sueños parisina. El hotel Vienna International Magic Circus, junto a Disneyland París, es uno de los destinos familiares preferidos por todos aquellos que visitan el parque.

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Crush’s Coaster

En una palabra: maravillosa. En dos palabras: verdaderamente maravillosa. Se trata de una montaña rusa sin grandes sobresaltos ni velocidades de modo que la vamos a clasificar entre las “familiares”. La Crush’s Coaster se halla en torno a Walt Disney Studios Park.

Inaugurada el nueve de Junio de 2007, forma parte del parque Toon Studio Placemaking y es componente de un proyecto de ampliación y mejora de la zona que hasta entonces se conocía como “Patio Animación”.

atracción

Entramos a la atracción y atravesamos un escenario ambientado con sonidos de playa e inspirado en la película de Pixar “Buscando a Nemo”. Concretamente, el tema principal es la bahía de Sidney, donde Crush, la tortuga, y sus amigos nos invitan a montar en un caparazón para darnos una vuelta por algunas escenas memorables de la película.

En el fondo del mar

El paseo empieza con las conchas sumergiéndose. La primera parte es un paseo a oscuras que lleva a los invitados a la Gran Barrera de Coral, donde se encuentran con Nemo y Squirt. De nuevo emprendemos el viaje a las profundidades marina, allí a donde no llega La luz del sol.

Allí, peces luminosos y un submarino custodiado por un ejército de medusas y, como no, el tiburón Bruce y su pandilla… Que dan paso a la segunda parte de la atracción, con vueltas y sobresaltos –moderados- en las inestables aguas de los fondos australianos. El viaje termina con los caparazones volviendo a la bahía de Sidney entre los saludos de Crush y sus amigos.

Despliegue tecnológico

Otro factor que convierte a la Crush Coaster en muy atractiva es el tremendo despliegue tecnológico que La Factoría le ha incorporado: el ejemplo más llamativo es La proyección de vídeo digital que hace que, efectivamente, nos sintamos dentro de la película.

Como curiosidades, podemos añadir que en Noviembre de 2009, un joven se hizo daño al intentar salirse de atracción cuando ésta comenzaba a funcionar. Posteriormente, el chico diría que había tenido la impresión de que su arnés de seguridad se había roto.

De miedo

Y un último apunte: la noche de Halloween de 2010, las principales atracciones del parque fueron redecoradas con una temática de terror, de modo que Crush Coaster se convirtió en Crush’s Coaster : Avis de Tempête por una noche.

En todo caso, hablamos de una montaña rusa divertida en todos los sentidos en la que emoción proviene de la belleza de las imágenes que disfrutamos y del movimiento al que se nos somete, a partes iguales.

Big Thunder Mountain Railroad

El Tren de la Montaña del Gran Trueno (traducción al español del inglés original) es una montaña rusa interior/exterior dentro de un decorado que emula a una mina. Esta atracción puede disfrutarse en Magic Kingdom, Walt Disney World en el Disneyland Park de California y por supuesto, en los parques de la franquicia en París y Tokio.

La historia, aunque con variaciones según cada parque, se refiere a que hacia finales del siglo XIX se descubría oro al sudoeste de Estados Unidos, en la Gran Montaña del Trueno. De este modo, la pequeña población vecina se convirtió en una próspera ciudad minera. Pero lo que los colonos no sabían era que la montaña era un lugar sagrado para los indios y estaba maldita.

montaña

No mucho después, una catástrofe natural destruía las minas y la ciudad, que acabaron abandonadas. Tiempo después, se encontró a la locomotora y a los vagones recorriendo la montaña por sí mismos, sin maquinista ni personal. La atracción se construía para permitir a los turistas subirse al tren fantasma.

Todo “a juego”

Ni que decir tiene que todo cuanto rodea a la atracción está acorde con la temática: desde las estaciones, diseñadas para aparentar abandono hasta el decorado montañoso, basado en unos u otros monumentos naturales estadounidenses, según se haya elegido en cada parque.

La parte de la acción es diferente a la de las demás montañas rusas: si en éstas últimas la emoción reside en la sensación de volar, en la Montaña, lo divertido está en los intrincados túneles, que aparentan inestables, a punto de derrumbarse. Además, los efectos de sonido aportan un realismo tal que es difícil no creer lo que estamos viendo.

Si visitamos esta atracción en el parque de Disneyland, podremos hacer cola para entrar rodeados de un pueblo del Oeste a escala –que también se ve desde el tren-, con su saloon, su hotel o su tienda.

Una montaña distinta

Se trata de una experiencia muy recomendable, en tanto en cuanto podemos ver y vivir el salvaje Oeste de la fiebre de oro de una forma muy diferente como nos lo cuentan las películas o los libros.

Además, supone un concepto de montaña rusa muy diferente a aquel al que estamos acostumbrados, tanto porque en la atracción se nos cuenta un historia como por la forma en la que se aporta la emoción, basada más en tal historia y en cuanto vemos en la parte “lenta” que en el vértigo de la velocidad y la sensación física de volar.