Disney Magic on Parade!

¡Todos los personajes Disney en un maravilloso festival pensado para celebrar el vigésimo aniversario de Eurodisney! Salen de sus historias, esa que todos conocemos, y se mezclan en contagioso ambiente de fiesta y alegría que deja tras de sí una mágica estela de luz, color y sonido.

La nueva cabalgata, reformada, mejora la antigua, para lo que algunas carrozas cambian de imagen y otras, ya algo cansadas, pobrecillas, desaparecen. Todo ello, acompañado, además, por una nueva música, compuesta a propósito para el desfile, nuevos son también los vestidos y los complementos, así como el orden el que se ven las carrozas.

Hadas

Cambios en las carrozas

Hablando de carrozas, la llamada “Dreams of Imagination”, que habitualmente abría la cabalgata, con Mickey y Minnie, se transforma en la “Carroza de la Magia”, en la que hadas y magos se dan encuentro para que comience la fiesta.

En este elemento, seguirá existiendo la base en forma de libro, pero el sol y a luna se cambian por el torreón del castillo de la Bella Durmiente. Estructura que corona Campanilla, que se muda desde la carroza de Peter Pan. Alrededor del torreón, el hada azul de Pinocho, a madrina de Cenicienta y Merlín el encantador. Delante, a pie, las tres hadas de la Bella Durmiente (Flora, Fauna y Primavera).

Dreams of Romance

Dreams of Romance I” será, de entre las carrozas que se cambien, una de la que menos modificaciones sufra: Ariel y su príncipe siguen en ella, si bien Rapunzel y Flynn Ryder sustituyen a Jasmine y Aladín en su columpio, que, por cierto, se ha decorado como si estuviera hecho del pelo de Rapunzel. También se apuntan a dar un paseo en esta carroza Tina y Naveen.

Los cambios que se refieren a “Dreams of Romance II” se refieren a la vestimenta de los personajes como magos, ya que sigue cerrando el desfile con una buena cantidad de parejas Disney famosas. Cambian también los colores, que se vuelven aun más llamativos.

Se trata, en fin de un desfile renovado, en el que se han mantenido muchos elementos ya clásicos, pero en el que se han incorporados para el mayor disfrute de niños y menos niños. Obviamente, no hemos hablado de todas y cada una de las carrozas, pero, si pretendemos que la sorpresa haga acto de aparición en el desfile, hemos de callar ciertos detalles.

Al fin y al cabo, si hemos ido a París es para que nos sorprendan y nos hechicen a partes, más o menos, iguales.