Es, probablemente, el hotel más lujoso y próximo a los Parques. De hecho se halla casi en la misma entrada del parque Disneyland, a unos tres minutos andando de los Walt Disney Studios. El local está ambientado como un cuento de hadas y, como del sueño de una de sus princesas, los servicios más exclusivos.
Ya antes de hacerlo, sabemos a dónde estamos entrando, gracias a un graciosísimo reloj con la figura de Mickey que corona la fachada de una mansión victoriana pintada de rosa. El ambiente de los cuentos y la fantasía de toda la vida es el protagonista absoluto y se hace notar desde las ropas del personal hasta la zona Minnie Club, donde un animador entretiene a los más pequeños.
Además, cada mañana, a la hora del desayuno, algunos personajes Disney se acercan a la entrada del restaurante a firmar autógrafos o hacerse fotos con aquellos que están cargando energías para un día de magia. Aunque también se dejan caer a mediodía y a la hora de cenar.
Comer, dormir, disfrutar
Tal vez la afición de los personajes de La Factoría por estos restaurantes provenga del delicioso bufé internacional del Inventios, uno de los dos restaurantes del hotel, ambientado con los grandes inventos del siglo XX. Aunque, si lo quieren Daisy y Donald es una cena con clase, pueden pasarse por el California Grill, que sólo abre por la noche, pero cuya carta hace que cualquier espera merezca la pena.
El mismo recinto ofrece también un bar, y también ambientado en el maravilloso universo Disney. En este caso, hablamos del Café Fantasía, que se ambienta, cómo no, en la película del mismo nombre. No debemos perdernos los espectaculares cócteles y la música de piano que amenizará nuestras veladas.
Comprar, relajarse, jugar
Y esto no acaba aquí: ¿Queremos llevarnos un poco de magia Disney a casa? Adelante: la tienda “Galerie Mickey” nos permite hacernos con cuanta quepa en nuestro equipaje –o estemos dispuestos a llevar-.
Más opciones de ocio y relax: la piscina cubierta, el baño turco, la sauna y el gimnasio son gratis para los huéspedes del hotel. Aunque deban pagar por los masajes y los diversos y muy sanos-servicios del Celestia Spa.
Para terminar más o menos como empezábamos, vamos a referirnos a una de las zonas verdaderamente exclusivas del recinto. Tanto, que no todos los huéspedes pueden ni sabrían disfrutarla. El Minnie Club ofrece juegos y animación para que los más pequeños también se sientan muy bien cuidados.
Por bonita que sea su fachada, que no se quede nadie fuera del Hotel Disneyland.