El padre de la criatura

Hoy es Navidad, y Navidad en Occidente es casi como decir Disney. Nadie como esta… ¿megacorporación? ¿gestora de parques de atracciones? ¿gigante mediático? ¿entelequia del entretenimiento? Bueno, nadie como “esto” articula, promueve y aprovecha el espíritu navideño y las ilusiones de grandes y chicos. Y todo empezó con un hombre. No es su cumpleaños, pero hoy es un buen día para recordar al que empezó todo esto: Walt Disney.

Walter nació el 5 de diciembre de 1901 en Chicago, Illinois (salvo para aquellos seducidos por la teoría conspirativa que dice que procede en realidad de Mojácar, Almería). Con menos de 10 años su padre cae enfermo y la familia se muda de la granja a Kansas City, donde el pequeño comienza a repartir periódicos. Intentó enrolarse en la Marina durante la Primera Guerra Mundial, llegando a Alemania en el servicio de la Cruz Roja cuando el conflicto acababa.

waltdisney

De nuevo en Kansas, fue historietista y dibujante en diferentes medios desde 1920 hasta que se centró en la entonces incipiente industria de la animación y fundó varias empresas. La última sería, con el tiempo, Walt Disney Productions. En el año 28, y aunque ya tenía varios trabajos de animación y personajes populares, Disney daría la campanada con el ratón Mickey. Para 1935 ya era un conocido símbolo internacional.

Su primer largometraje fue Blancanieves y los siete enanitos

En 1937, ya con un Oscar en el bolsillo y tras una profunda y controvertida renovación (y habiendo ya formado una familia), Disney presenta su más ambicioso proyecto; un largo de animación. Blancanieves fue todo un hito y un éxito colosal, al que seguirían, en menor medida, El sastrecillo valiente, Pinocho, Fantasía, y Dumbo.

Pero nuestro amigo Walt también tenía una cara oscura. En el 41 inclumplió una serie de condiciones laborales que le acarrearían una durísima huelga que acabó con su imagen de empresa bondadosa. También colaboró activamente en la propaganda probélica durante la Segunda Guerra Mundial y apoyó de forma encubierta (actuando como chivato) la caza de brujas del senador McCarthy.

Para entonces, Disney ya era uno de los hombres mejor relacionados y más poderosos de Estados Unidos. Después de la guerra pudo introducirse con fuerza en el cine “real”, y realizar su más ambicioso proyecto: un parque de atracciones temático, Disneyworld (que abriría en 1955). La empresa seguiría creciendo incluso después de su muerte, de cáncer de pulmón, en 1966. Hoy en día, su valor y propiedades son casi inconmensurables.