Parecía que todo iba bien, que Disney iba a convertir de nuevo un cuento clásico en una película inolvidable sin que nada ni nadie fuera a suponer problema alguno. Como es habitual, Disney poseía con un presupuesto muy alto que le había permitido contar con los mejores profesionales y las condiciones perfectas.
“Cindarella” (“La Cenicienta”) estaba en manos del genial director Mar Romanek, la productora, además ha invertido una enorme cantidad de millones en el guion de Chris Weitz y Aleen Brosh McKenna. En el reparto, cómo no, lo más granado del panorama artístico, como la oscarizada Cate Blanchett en el papel de madrastra y una buena cantidad y calidad de actrices (entre otras, Saoirse Ronan) para interpretar el papel principal…
Pero no todo pueden ser alegrías y buenos augurios. Romanek le ha proporcionado un duro golpe a la producción. El director de “One hour photo” o “Never let me go” ha decidido abandoner el proyecto. Los motivos que aduce el ya ex director es que el material es demasiado oscuro y se aparta de la línea de Disney.
Separación de caminos
En un comunicado emitido por Walt Disney Pictures, la Factoría se compromete a seguir adelante con la película: “Los estudios Walt Disney y el director Mark Romanek se han separado con respecto al proyecto de Disney, Cinderella. Estamos comprometidos a avanzar y hemos iniciado la búsqueda de un nuevo director. Esperamos trabajar en el futuro con Mark para un nuevo proyecto.”
Reflexionemos un momento sobre los motivos del abandono del director: Mark Romanek deja el proyecto por oscuro… Considera que el material no es el adecuado para adaptar el cuento de hadas de Disney, la compañía dedicada al ocio familiar más importante del mundo.
¿Cuáles son los motivos de Romanek?
Ante tales motivos, surgen, como mínimo dos preguntas: la primera, con respecto a lo oscuro o no del material: ¿No ha visto Romanek “Pesadilla antes de Navidad”? Hasta donde yo sé –que tampoco es demasiado-, me parece difícil que le hayan ofrecido un guion o un material más oscuro que esta fantasía gótica de dibujos animados. Romanek sabía o debería saber dónde se estaba metiendo. Y, segunda pregunta, ¿no leyó el guion? ¿De verdad no sabía lo que se traía entre manos?
Entonces, ¿por qué decidió seguir adelante con un proyecto que, a todas luces, no le iba a gustar? Recordemos que ésta no es a primera película que abandona Romanek: en 2010, justo antes de empezar los trabajos de fotografía decidió que no iba a rodar “El hombre lobo” ¿Será que se veía demasiado vello corporal en la peli?