Si es que no son más que unas niñas que juegan a los magos con sus amiguitos y de repente… ¡Hala! Se convierten en Britney Spears, Christina Aguilera, Vanessa Hudgens o Selena Gomez. Sin más. Parpadeas y han pasado de una niña noña a una mujer fatal. Así, sin solución de continuidad.
Selena Gomez ha sacado a relucir su lado más salvaje al son de sexo, drogas y pop (sí: el lema dice rock and roll, pero los productores habrán pensado que el pop vende más) en “Spring breakers”.
Con cara de niña y cuerpo de mujer, Selena se ha convertido en una de las bellezas del panorama Celeb actual, así como en una de las mujeres más deseadas. El cambio parece haberse operado a raíz de la ruptura con Justin Bieber, que da la impresión de haber hecho más fuerte a la ex maga de Waverly Place.
Palabras duras
Es más, ahora, y al estilo de algunos otros artistas como Taylor Swift, llega a reírse de aquella relación y a dedicarle incluso unos versos a Justin en su nuevo sencillo, “Rule the world”: “Nuestro amor fue hecho para gobernar el mundo. Llegaste y rompiste a la chica perfecta. Olvida que alguna vez supiste mi nombre”.
Toda vez que ha pasado página, ahora la actriz y cantante se centra en su nuevo álbum y en la película de “Spring Breakers”, a la que debemos agradecer también la posibilidad de hablar de su cambo de imagen gracias a sus paseos de alfombra roja.
Cara de niña, ropa de mujer fatal
Hablando de cambios de imagen: uno de ellos, prueba de que Selena quiere dejar atrás su imagen infantil, lo hemos podido apreciar en la grabación del nuevo videoclip: desde una zona desértica californiana, la cantante se muestra de lo más sensual y provocativa con, por ejemplo, un mono ajustadísimo rojo; otro estampado con un escote muy sugerente; o un vestido de escote cruzado y ombligo al aire.
Volviendo a la película, a “Spring Breakers”, la obra, que dio mucho (y bueno) que hablar en la Mostra de Venecia cuenta en tono ligero, con tintes, por momentos, dramáticos, las vivencias de cuatro adolescentes interpretadas por Selena Gomez, Vanessa Hudgens, Rachel Korine y Ashley Benson que harán lo que sea, dentro fuera de la ley, para conseguir el dinero que les permita ir al festival que da nombre a film. Claro que, lo que era diversión descerebrada se vuelve algo serio cuando un matón, interpretado por James Franco, entra en escena.