A los 7 años, la vida de Sofía ha cambiado radicalmente. Miranda, su madre –una plebeya-´ha contraído matrimonio con el rey Roland II. A la niña se le presenta un importante reto: aprender a ser princesa. He aquí la historia de “Sofía I: Érase una vez un princesa”, un mediometraje recién estrenado que dará paso a una serie de 26 episodios de 22 minutos cada uno, a partir de Abril.
Como cualquier novedad, la llegada del personaje no ha estado libre de polémicas: “Han hecho un grandísimo trabajo en el pasado introduciendo princesas nativas americanas, afroamericanas o asiáticas, pero ahora es como si hubieran hecho una especie de mezcla”, declaraba una portavoz del Consejo Nacional de la Raza de Estados Unidos.
El caso es que, aunque Sofía parece un nombre adecuado para una princesa latina, la piel pálida y los ojos azules despistan un poco sobre su origen. La niña desciende de lugares inspirados en España y Escandinavia, aunque creció en Enchancia, país imaginario muy semejante a Gran Bretaña.
Compromiso con la multiculturalidad
Patricia Hidalgo , vicepresidenta de estrategia de programación de The Walt Disney Company EMEA asegura que “Tenemos un compromiso con ser multiculturales, no de una raza en particular. Ningún personaje es específicamente de un sitio, todos son lugares de fantasía.”
A pesar de su discutible aspecto latino, el estreno de Sofía se ha convertido en el lanzamiento de mayor éxito de audiencia entre los niños norteamericanos de los últimos 5 años ¿Por qué? Pues, según Hidalgo, porque “nuestras series reflejan los valores tradicionales de Disney: personajes entrañables que cuentan historias que llegan al corazón.”
Ser especial no tiene por qué estar a la vista
Sofía I pretende difundir entre los pequeños la idea de que ser especial no tiene que ver con el exterior: “Es muy fácil parecer princesa, pero lo importante es serlo por dentro. Los valores de ser valiente, compasiva, leal, independiente… Además de ser elegante y tener educación.”, afirma Hidalgo.
Nos encontramos con una historia de “Princesa por sorpresa”, Disney se adentra en los problemas reales de los niños de hoy en día. El mundo al que Sofía debe adaptarse es, ciertamente, de fantasía, peor también tiene problemas reales, como pueden ser una nueva escuela, nuevos hermanos o un rol que le es ajeno, dentro de la familia real.
«Cameos» de otras princesas
La ayuda le llega, en tan ardua tarea, de la mano de una compañía que no le va a resultar extraña al espectador: Flora, Fauna y Primavera. Eso es: las tres hadas a las que conocemos de “La bella durmiente”. Siete princesas Disney la visitarán también para ayudarla y aconsejarla en los momentos de apuro.
Asimismo, como en cualquier producción de Disney, la música es básica: se ofrecen nuevas canciones en cada capítulo. Además, concluye Hidalgo, “Disney es contemporáneo y quiere reflejar la sociedad actual, ser global y multicultural. ¿Cómo me hago amiga de mi nueva hermana si tiene celos de mí? Eso le puede pasar a cualquier niño.”