Hace ya siete años que la Gran Factoría de Sueños absorbió a su más innovador rival. Todo apuntaba a que la genialidad innovadora del pequeño Pixar se vería masticada por la gran maquinaria Disney.
Sin embargo, una vez más David ha ganado a Goliat y le ha transmitido su afán de modernización y su forma de trabajar dinámica y grupal.
El trabajo en equipo es fundamental
La gran creadora de Toy Story llegó con una filosofía de trabajo basada en la honestidad brutal que ejerce un «grupo de expertos».
Este grupo está formado por personas de referencia dentro del estudio a las que se les presentan los proyectos y su desarrollo para que los valoren y saquen a la luz las deficiencias que encuentren para poderlo mejorar. De esta manera tan dinámica, se puede decir que todos hacen las películas de todos.
Uno de los culpables de este cambio es John Lasseter, miembro fundador de Pixar y director de películas como Toy Story, Bichos o Cars, que desde la compra de Pixar ejerce la función de director creativo de las dos productoras.
Sequía de premios en Disney
Otro de los culpables de este cambio es la dura realidad que presentan las cifras: desde que en 2001 se creara la categoría de Mejor película animada, la gran Disney no había conseguido alcanzar ninguna estatuilla, mientras que Pixar lo ha conseguido en siete ocasiones.
Poco a poco se va viendo que cada productora está cogiendo lo mejor de la otra para ir dándole un toque nuevo y diferente a sus filmes.
Por una parte, las últimas princesas Disney están teniendo un toque más descarado, como hemos podido ver en Enredados y veremos en Frozen.
Y Pixar, con Brave, ha realizado su primera película protagonizada por una princesa con el toque personal que siempre les han dado a sus protagonistas femeninas.
Manteniendo la individualidad
A pesar de estos intercambios de estilos desde Disney se asegura que ambas productoras seguirán manteniendo identidades separadas, reforzadas por las campañas de promoción de cada película que tendrá su estilo propio.
El gran problema va a ser poder realizar esa diferenciación cuando ambas productoras trabajan tan estrechamente. Ya veremos qué les deparará el futuro a estas dos grandes creadoras de mundos animados.
Lo que sí podemos adelantar es que veremos grandes películas salir de las plumas de ambos equipos con los que podremos seguir disfrutando de la magia que tienen las historias geniales, sean de cuentos de hadas o no.