Hace apenas unas horas se ha hecho oficial: Disney prepara una nueva película sobre Dumbo, el inolvidable elefantito que podía volar, en la que mezclará imágenes reales con otras de animación CGI, por lo que la película puede ser una verdadera preciosidad si nos remitimos a los resultados obtenidos con películas como Alicia en el País de las Maravillas de Tim Burton o Maléfica de Robert Stromberg.
La historia será producida por Justin Springer, productor de Tron: Legacy y Oblivion; y el guión estará a cargo de Ehren Kruger, conocido por la saga de Transformer aunque también fue guionista de películas como Arlington Road, Scream 3 o Reindeer Games, entre otras y que consiguió con The Ring una nominación al mejor guión para el Premio Bram Stoker.
Un poco alejado, por lo tanto, de la temática habitual de sus guiones, aunque no ajeno totalmente al mundo mágico de los cuentos ya que fue el guionista de la película El secreto de los hermanos Grimm. En esta ocasión narrará la historia de Dumbo siguiendo con cierta fidelidad la historia original aunque incluirá una historia paralela sobre una familia humana.
Dumbo
Quién no recuerda esta maravillosa película de Disney en la que un elefantito separado de su mamá y que era el hazmerreír de un circo por culpa de sus grandes orejas. Menos mal que tenía como amigo a aquel simpático ratón, Timoteo, quien al contrario que el resto de los ratones del mundo no tenía miedo de los elefantes.
Dumbo fue el cuarto largometraje animado de Walt Disney Pictures, el más corto de su historia aunque para algunos el más intenso:64 minutos de emoción contenida hasta la apoteósica escena en la que despliega sus orejas y descubre que sabe volar.
El guión estaba basado en el libro para niños Dumbo de Helen Aberson e ilustrado por Harold Pearl contaba la historia de un elefantito apodado Dumbo ( Dumb en inglés, que traduce Tonto) del que todo el mundo se burla porque tiene las orejas muy grandotas y por culpa de ellas es muy torpe y está muy acomplejado así que apenas habla y siempre va cabizbajo.
Para más desgracia lo separaron de su mamá a la que encierran injustamente acusándola de loca y peligrosa porque reaccionó con furia cuando unos niños maleducados la provocaron burlándose de su hijito.
Durante toda la película sufrimos con los desprecios al elefantito, los trabajos degradantes que le obligan a realizar, su soledad, la crueldad con la que lo tratan en el circo; reímos con la ternura de su amigo Timoteo, la borrachera de champán que se pillaron y durante la que vieron ¡elefantitos rosas! ; y nos emocionamos al saber, cómplices, que aquella pluma no tenía nada que ver con el hecho de que Dumbo pudiera volar.
Elefantes en los circos
A nadie se le escapa la repercusión que tendrá esta película en unos momentos en los que hay una ola social imparable que pide la liberación de los animales cautivos en los circos denunciando el maltrato que sufren, los problemas de salud grave a los que se enfrentan y lo inhumana que puede resultar esta práctica para ellos.
En la actualidad el tráfico ilegal de animales es el segundo más importante a nivel global por detrás del narcotráfico. Los elefantes son secuestrados y arrancados de sus familias y hábitat de manera muy cruel como reveló en el 2004 la revista “Magazine” dio a conocer impactantes imágenes sobre cómo los elefantes son secuestrados, cruelmente separados de su hábitat y de otros elefantes (parientes y compañeros de manada).
El entrenamiento antes de la venta para que acaten las órdenes del ser humano es muy duro incluye enjaularlos y golpearlos durante tres días o inmovilizarlo durante tres noches sin comida y golpearle para que no logre conciliar el sueño hasta que el miedo le obliga a obedecer.
Estudios como el realizado por la Sociedad Real para la Prevención de la Crueldad a los Animales en West Sussex (Reino Unido), que se publicó en la revista Science en 2008, demostró, que cuando estos animales pasan su vida en los zoológicos europeos tienen más problemas de salud y pueden llegar a vivir hasta 40 años menos que aquellos otros individuos que se encuentran en libertad en reservas protegidas de Asia y África por culpa del trauma de haber visto morir a su madre, la obesidad y el estrés de la cautividad.
En los circos su vida se acorta aún más por los viajes, los espectáculos que deben realizar y el trauma del adiestramiento que recibieron. Recientemente se difundieron imágenes tomadas en un circo durante una sesión entrenando elefantes bebé que muestra cómo son empujados, golpeados con ganchos y torturados con electro-shock para que aprendan los trucos.
Es seguro que una película con la sensibilidad que siempre ha mostrado Disney ayudará a que estas prácticas desaparezcan y nunca más haya elefantitos como Dumbo viviendo en cautividad con su mamá.