Un ejemplo de viaje organizado

Una de las maneras de conocer y disfrutar de la franquicia Disney en París es a través de un viaje organizado. Como son muchas las posibilidades, vamos a tomar una como ejemplo. Se trata de una oferta real de una empresa cuyo nombre dejaremos aparte, por ser éste un viaje “estándar”. Nos quedaremos, eso sí, con su hoja de programación.

Obviamente, antes de realizar el viaje debemos contratarlo, aunque, por fortuna, la oferta para que nos lleven al parque de la franquicia Disney en París es amplísima. De este modo, no diremos cómo lo hizo cada uno de los viajeros, si a través de Internet, o en la agencia a pie de calle. Tampoco sabremos si obtuvieron descuentos por ir en grupo o cada cual se buscó el viaje por su cuenta… Sabemos que contrataron el viaje. Ya.

disneyland

Los usuarios de esta agencia, a la que llamaremos Daisytours (no se nos ocurría otro nombre) salían, el primer día del viaje, en dirección a Disneyland París, pasando la noche en ruta y con las paradas preceptivas durante el trayecto –como marca la ley y el sentido común-.

Llegada y toma de contacto

El día dos era el de llegada al hotel, distribución de habitaciones y, tras ello (¿¡sin descanso!?), el traslado al Parque, donde los turistas pasaban el día entero disfrutando de las atracciones y los espectáculos. En cuanto cerraba el parque todos al hotel.

El tercer día era el que Daisytours llamaba “Disneyland París con concierto”. Tras desayunar, se iban al parque en su autobús, donde podían acceder a los camerinos y ver como iba a desarrollarse el concierto del que iban disfrutar. A la hora indicada, el show. El resto del día, el grupo podía disfrutar por libre del parque.

Una visita a la capital francesa

Daisytours reservaba la cuarta jornada para para visitar París. Como poco tenía que ver con el parque, dejamos de lado esta jornada, diciendo eso sí, que los visitantes debieron de disfrutar mucho de la Ciudad de la Luz.

La quinta jornada se dedicaba a que cada cual se fuera por su cuenta al sitio del parque que más le apeteciera hasta la hora de partir. De nuevo, el viaje en autobús a lo largo de toda la noche.

No sabemos hasta qué punto llegarían o no descansados los clientes de esta agencia, pero de lo que sí estamos seguros es de que se trajeron un poco de magia en las cámaras de fotos y vídeo y mucha, mucha más en el corazón…