Fantasía y realidad

Cuando somos pequeños ansiamos estar rodeados de amigos, jugar a ser grandes, crecer y llevar una vida diferente a la que nos corresponde ¿Cuántas veces dijiste de pequeñito, “Cuando yo sea grande…”?

Cuando ya somos grandes, deseamos encontrar un ratito para olvidar nuestros problemas queriendo dejar de serlo, no queremos tomar decisiones que nos hagan ser todavía más grandes y no nos gusta preocuparnos demasiado por nada ni por nadie, pensar en si nos quiere, nos va a querer o no y poder mirar al cielo gritando bien alto su nombre

A Spot Of Magic

Cuando somos pequeños ni tan siquiera se nos pasaría por la cabeza enamorarnos, al contrario, pensamos que eso es algo como: “Los niños son unos brutos”; “Las niñas son tontas”… Qué inocentes somos ¿verdad?

Peter Pan… Condenado suertudo

Cuando creces te das cuenta de que toda vida sigue, que en muchas ocasiones la mayoría de las amistades se rompen para volverse a unir o para hacerse de nuevo; que hay gente nueva por descubrir, gente que nunca pensabas que se cruzaría en tu camino, gente a la que detestas y gente que desearías con todas tus fuerzas volver a ver

Por eso, al hacernos mayores nos damos cuenta de la importancia que tiene sentirse alguna vez pequeños. Para ello, y después de tener una visión de los problemas que ocurren hoy en día, es imprescindible encontrar un momento para soñar y desaparecer del mundo.

Soñemos

Por ello, por qué no soñar con un mundo lleno de fantasía y de dibujos animados. Pensar en aquellas cosas que no son posibles en la vida real y sumergirnos en todo aquello que nos hace ser felices.

Magical Mickey Mouse

Me gustaría mencionarte la película de Walt Disney llamada Fantasía 2000: Se trata de una película de animación de Walt Disney creada en el año 1999 y estrenada en el año 2000. Se creó para recordar el 60 aniversario de la película Fantasía, el cuarto clásico de Walt Disney, del año 1940.

Atendiendo a lo que se puede leer en la enciclopedia virtual Wikipedia: “Fantasía es el cuarto largometraje de animación, considerado un «Clásico de animación», de los estudios Disney. La obra es una película experimental sin diálogos (salvo el director de orquesta y Mickey Mouse) cuyo objetivo es ilustrar o acompañar con la animación temas de música clásica.”

¡Música, maestro!

Contiene ocho piezas musicales -al igual que Fantasía 2000- tocadas en su mayor parte por la orquesta de Filadelfia, dirigida por Leopold Stokowski y que componen las siete secuencias musicales.

Es una película que sin duda recomiendo a todos los públicos, sean pequeños o mayores. Ambas nos introducen en un mundo irreal, donde fantasía y realidad van cogidos de la mano y en donde ser mayor no es lo importante sino que el sentirse pequeño siempre nos sentará bien.