El Rey León, el musical que conmueve el mundo

Sí, lo sé. Quizá estáis hartos de ver el título de este artículo repetido hasta la saciedad. Yo también lo estaba. Pensé que era una gran exageración. Que sería una obra de teatro más en el que la música cobraba una gran importancia. Que sería como ver la película. Pero me equivocaba.

Ahora puedo decir, sin miedo a equivocarme, que el Teatro Lope de Vega tiene la suerte de contar con el musical de los musicales. Una de las mejores producciones de la historia. El Rey León. Ese musical que tras casi tres años en cartel sigue cosechando grandes éxitos noche tras noche y que sigue emocionando a millones de personas llegando a dimensiones desconocidas hasta ahora.

Un elenco de gala

Los que hemos tenido la suerte de asistir al menos una vez a este majestuoso espectáculo coincidimos en las sensaciones tras salir del teatro: emoción a flor de piel, nervios, lágrimas en nuestros ojos y una alegría inmensa de haber podido formar parte de tan semejante espectáculo.

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Todo esto es posible gracias sobre todo al gran elenco con el que cuenta ‘El Rey León’, que va desde maquilladores y caracterización, los inmensos decorados cuidados hasta el más mínimo detalle y que dan gran realismo a la obra, hasta los grandes actores y grandes voces que componen este musical.

A lo largo de estos 3 años en cartel, son cientos los actores que han pasado entre bambalinas por el Lope de Vega. Algunos de los más queridos son el mexicano Carlos Rivera, quien dio vida a Simba hasta el verano de 2013, cuando fue sustituido por Michel Jáuregui. La gran Rafiki, una de las grandes voces del musical, está interpretada por Zama Magudulela, mientras que David Comrie da vida a Mufasa en una de las actuaciones más brillantes de la obra.

Todos y cada uno de los personajes que actúan en ‘El Rey León’ en la Gran Vía madrileña hacen que cientos de personas se emocionen cada noche gracias a sus voces y actuaciones, que son todo un lujo para el espectador.

Cada uno de ellos hace que te emociones en cada momento, en cada minuto, y hacen que no puedas dejar de llorar en las casi tres horas que dura el espectáculo. Sin duda, una de las mejores experiencias de mi vida que tarde o temprano pienso repetir y que por supuesto espero que ustedes también lo hagan. Les aseguro que no se arrepentirán.