Café Mickey: un rincón imprescindible para toda la familia.

No hay duda de que en Disney París hay multitud de lugares llenos de magia que harán la delicia de toda la familia. Uno de ellos es el Café Mickey situado junto al lago de Disney Village, justo a la entrada del parque.

La verdad es que suele estar repleto de gente y a veces hay que esperar un poco para conseguir mesa, pero merece totalmente la pena esperar cuando ves la cara de los niños al recibir la visita de sus personajes clásicos favoritos mientras desayunan o cenan.

Dos plantas con un ambiente inmejorable y buena comida.

Los personajes de Disney se alternan visitando los dos pisos, así que habrá ocasión de verlos todos a lo largo de la comida. El ambiente es muy festivo, como en casi todo el parque y los niños lo pasan en grande. Y si tienes la suerte de que la visita coincida con el cumple de uno de los niños puedes celebrarlo con una gran tarta. Los empleados y los personajes cantarán cumpleaños feliz al homenajeado haciendo que sea un cumpleaños que no podrá olvidar jamás.

Al final lo de menos cuando vas al Café Mickey es la comida pero esta no es ni mucho  menos mala. La especialidad es la pasta y la pizza, platos rápidos y del gusto de los pequeños, pero también se puede pedir carne o pescado. Al final el menú medio de adulto nos costará unos 30 euros y el infantil la mitad. No es excesivamente caro y además puede pagarse con los bonos de comida o de media pensión de los hoteles.

La mejor oportunidad de pasar rato con los personajes.

El Café Mickey supone una de las mejores oportunidades de disfrutar con los personajes Disney durante un buen rato ya que podréis haceros fotos, videos y hasta te firmarán autógrafos sin ningún tipo de prisa. Eso si, hazte a la idea de que el desayuno o la cena pueden durar algo  más de lo previsto porque las interrupciones son constantes y además está abarrotado. Pero seguro que en ningún caso se te hará largo.

El personal es muy amable, no hay más que leer las críticas en los foros para ver que todo el mundo queda encantado con unos empleados jóvenes y agradables que hablan diversos idiomas, con lo que no te será difícil encontrarte con alguno que hable perfecto castellano… o no tan perfecto pero lo justo para entender que quieres comer.